Este
relato lo escribí cuando aún iba al colegio. Me gusta porque se refleja en él
la inocencia de aquellos días. Quiero compartirlo con vosotros para que podamos recordar,
aunque sea mínimamente, la inocencia y la magia de nuestra infancia.
Hoy también se produjo el milagro
Aún
es de noche. Los pequeños farolillos y la gran luna de plata son las únicas que
alumbran el oscuro bosque.
Todo
duerme en paz y en sosiego. Solamente, de vez en cuando, se escucha el gracioso
cantar de un grillo.
El
gran lago está inmóvil, quieto y como un gran espejo, refleja en él las
hermosas estrellas colgando del cielo.
Y
ahora, como cada día, se producirá un milagro.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgk4KWhRwcQRCeZ4URggnb2AwRO5_Bc_WafWmP2D1W9PY3J3rLTGEqz7BTyJcJOdHoUlTKzT83ifvcuvC8oDgf6K1cEazvqCL3E8mGUgXtCPEZwbZASl7FfwKrztI663trUnIeL4pj7g9M/s200/bosque+2.jpg)
El
lago ya no refleja las estrellas, sino el azul cielo. Los pájaros, con sus
trinos mañaneros, dan los buenos días al bosque. Todos han despertado. Todos se
han dado cuenta de que ya ha amanecido.
Todo
es alegría, regocijo, paz y armonía. Los jóvenes pajarillos quieren aprender ya
a volar y ¡el pequeño cervatillo ya ha dado su primer paso!
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCNLL1ioMNG_MKd1nXzXRFU0Pjw5W7c3IYpt9bDIQGTcE4ZePvJfND1fPVpYwuTB8Prm9jGfZeKzKR9PO-dvARcZwbuhDA41oIliO_oo_tr7PSd7tWQZu3mT30oR218MsMoCHC-YYw5R8/s200/bosque+1.jpg)
Mamá
pato lleva a sus hijos a nadar en el gran lago, mientras que las ranas siguen
cantando.
Llegó
la tarde y con ella oscureció el día. Todos, hasta el más pequeño animal, se aleja.
Todo está inmóvil, el lago, las hojas de los árboles, todos duermen confiados, de que mañana, se produzca otra vez el milagro.